Transcurridos los años seguirían, en menor medida, otros tránsitos y arribos de haitianos a Cuba -incluidos los perseguidos políticos y de otra naturaleza escapados del régimen de terror que implantó Francoise Duvalier en Haití-, con lo cual se iría conformando una masa de residentes haitianos y sus
descendientes en las más precarias condiciones de vida y de presión social, condicionante de la percepción y del trato otorgado a los antillanos y a sus "pichones".
La situación de esta etnia la ubicaba en el escalón social más bajo, sujeta a los disímiles prejuicios por su condición económica, por el color de su piel, por el no dominio completo del español y por otros factores vinculados a las zonas donde se radicaron (oriente y sur del país, fundamentalmente, en áreas cañeras, cafetaleras y otras).
descendientes en las más precarias condiciones de vida y de presión social, condicionante de la percepción y del trato otorgado a los antillanos y a sus "pichones".
La situación de esta etnia la ubicaba en el escalón social más bajo, sujeta a los disímiles prejuicios por su condición económica, por el color de su piel, por el no dominio completo del español y por otros factores vinculados a las zonas donde se radicaron (oriente y sur del país, fundamentalmente, en áreas cañeras, cafetaleras y otras).
La Revolución triunfante del Primero de enero del 1959 vino a detener circunstancialmente esta emigración y -cambiar radicalmente- el panorama del haitiano y sus descendientes en Cuba, conjuntamente con las transformaciones políticas, económicas y sociales que propició la llegada al poder del movimiento revolucionario encabezado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Los haitianos y sus descendientes han recibido los mismos derechos y participan en el cumplimiento de las responsabilidades igual que el resto de los cubanos.
Han accedido a la educación y se han formado en numerosas profesiones y especialidades; han tenido la protección a su salud y a sus vidas; han recibido la oportunidad a un trabajo decoroso, a obtener sus honrados ingresos; han participado en las elecciones y han resultado elegidos; se han destacado en el deporte, en las ciencias, en la cultura y las artes, en la economía, en la defensa y en múltiples esferas.
Los haitianos y sus descendientes han recibido los mismos derechos y participan en el cumplimiento de las responsabilidades igual que el resto de los cubanos.
Han accedido a la educación y se han formado en numerosas profesiones y especialidades; han tenido la protección a su salud y a sus vidas; han recibido la oportunidad a un trabajo decoroso, a obtener sus honrados ingresos; han participado en las elecciones y han resultado elegidos; se han destacado en el deporte, en las ciencias, en la cultura y las artes, en la economía, en la defensa y en múltiples esferas.
La Revolución hizo hombres libres e iguales a todos los trabajadores del país, a los 26 000 braceros de origen antillano (jamaicanos, haitianos y otros), que durante años laboraron en cañaverales y cafetales en condiciones de explotación, cuando se promulgó en octubre de 1967 la Resolución 202 que les ofrecía una prestación a largo plazo no menor de 40.00 pesos, y que a partir del 1 de enero de 1969 se elevó a 60.00 pesos.
Tras la caída de la dictadura de los Duvalier se han producido éxodos hacia otros países, a veces de familias enteras, ante la precaria situación económica y social que vive Haití que han llegado a Cuba.
El mal tiempo y las no adecuadas condiciones de las embarcaciones han provocado recalas en las costas cubanas en solicitud de auxilio en provisiones y medicamentos
La Cruz Roja Cubana estableció en Maisí, en el oriente cubano, un campamento para la atención de estos casos. Por este concepto, por ejemplo, en el año 2001 recalaron en costas cubanas y arribaron al país 877 haitianos, de ellos 69 niños, 160 mujeres y 648 Hombres y se repatriaron 110, que de forma voluntaria solicitaron regresar a su país.
Tras la caída de la dictadura de los Duvalier se han producido éxodos hacia otros países, a veces de familias enteras, ante la precaria situación económica y social que vive Haití que han llegado a Cuba.
El mal tiempo y las no adecuadas condiciones de las embarcaciones han provocado recalas en las costas cubanas en solicitud de auxilio en provisiones y medicamentos
La Cruz Roja Cubana estableció en Maisí, en el oriente cubano, un campamento para la atención de estos casos. Por este concepto, por ejemplo, en el año 2001 recalaron en costas cubanas y arribaron al país 877 haitianos, de ellos 69 niños, 160 mujeres y 648 Hombres y se repatriaron 110, que de forma voluntaria solicitaron regresar a su país.
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